La cerveza es una bebida especialmente masculina. Aunque los hábitos, afortunadamente, empiezan a cambiar.
Las cañas se toman entre amigos y
fomentan la amistad y el compañerismo. En unos momentos puede ser tan
deliciosa que, anestesiada ya la mente, embotados los sentidos, se
convierte en prioritaria sobre todo lo demás: seducción, trabajo,
dignidad… Al menos, ésta parece ser la idea que mueve la publicidad de
las principales compañías cerveceras.
Muchas campañas ofensivas, políticamente incorrectas, pero eso si, siempre manteniendo su punto cómico. La mayoría de los anuncios han sido censurados tras
numerosas quejas. En dichos anuncios publicitarios, lamentablemente, las
mujeres están caracterizadas como objetos sexuales, aguafiestas o como
las principales enemigas de los vendedores de birra. Probablemente
alguna mujer – y también algún hombre, desde luego -se ofenderá, pero no
hay que negar que los anuncios tienen un punto de gracia, aunque
exploren los tópicos y apelen a los más bajos instintos del individuo.
Cómo hacer que un hombre limpie:
Con esta publicidad queda claro que se busca atraer la atención de los
hombres más primarios, que adoran la cerveza por encima de todo, como si
fuera un líquido celestial. En este vídeo, el protagonista bebe la
cerveza donde sea, lo que hace que su mujer la distribuya
premeditadamente sobre las zonas de su vivienda que necesitan una
limpieza a fondo, para que el hombre lo deje todo como los chorros del
oro. Todo parece ir como la seda hasta que surge un problema cuando,
además de limpieza, la chica quiere que le haga una "limpieza personal". Queda aquí reflejada esta otra temática que cada día se incluye más amenudo en la publicidad como reclamo para el consumidor.
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